domingo, 23 de octubre de 2011

Rinconcito de Oración

Ayúdame, oh Señor, a ser misericordioso

Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarle.

Ayúdame, oh Señor, a que mis oídos sean misericordiosos, para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.

Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa, para que jamás hable negativamente de mi prójimo, sino que tenga una palabra de consuelo y de perdón para todos.

Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras, para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargar sobre mí las tareas más difíciles y penosas.

Ayúdame, oh Señor, a que mis pies sean misericordiosos, para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo.

Ayúdame, oh Señor, a que mi corazón sea misericordioso, para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad. Y yo misma me encerraré en el misericordiosísimo Corazón de Jesús. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio. Que tu misericordia, oh Señor, repose dentro de mí.

Pensamiento de Sor Faustina Kowalska

jueves, 20 de octubre de 2011

La Hora de la Misericordia: "En esa hora se estableció la gracia para el mundo entero"

En 1931 Sor Faustina tuvo una visión en la cual Jesús le encargó la tarea de pintar su imagen tal y como ella lo veía en ese momento: con la mano izquierda sobre su corazón, del cual salen dos rayos, y con la mano derecha alzada en señal de bendición. Jesús le indicó que al pie del cuadro debería colocarse la firma: "Jesús, en Ti confío". Agregándole: "Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en el mundo entero" (Diario, 47). El cuadro, pintado por un artista bajo la dirección de Sor Faustina, quedó concluido en 1934. Al ver que el cuadro distaba mucho de la imagen verdadera de Jesús, llorando, exclamó: "¿Quién será capaz de pintarte tan hermoso como eres en verdad?" A lo que Jesús respondió: "No en la belleza del color, ni en la del pincel, está la grandeza de esta imagen, sino en Mi gracia" (Diario, 313). "Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá" (Diario, 48).


Jesús dijo posteriormente a Sor Faustina: "(...) Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma: Jesús, en Ti confío" (Diario, 327).
 Los rayos que salen del corazón de Jesús en esta imagen, uno rojo y el otro pálido, simbolizan la sangre y el agua que brotaron del corazón traspasado de Jesús en la cruz "(...) como de una fuente desbordante de misericordia" (Diario, 367), para el mundo entero. Jesús dijo a Sor Faustina en distintas ocasiones: " (...) El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas..." (...) "Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios" (Diario, 299). " (...) Por medio de esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso, que cada alma tenga acceso a ella" (Diario, 570).
La adoración de la hora de la Misericordia
En 1937 y 1938 el Señor Jesús le encomendó a Sor Faustina adorar la hora de su muerte: las tres de la tarde en punto, definida por Él mismo como : "(...) la hora de la gran misericordia para el mundo entero" (Diario, 1320), ya que a esa hora su Divina Misericordia "se abrió de par en par para cada alma" (Diario, 1572).
Jesús indicó que desea que a esa hora sea contemplada Su Dolorosa Pasión, que sea adorada y alabada la Divina Misericordia, y que por los méritos de Su Dolorosa Pasión supliquemos las gracias necesarias para el mundo entero y en especial para los pecadores.
Jesús reveló a Sor Faustina: "(...) En esa hora puedes obtener todo lo que pides para ti y para los demás. En esa hora se estableció la gracia para el mundo entero: la misericordia triunfó sobre la justicia. Hija Mía, en esa hora procura rezar el Vía Crucis, en cuanto te lo permitan los deberes; y si no puedes rezar el Vía Crucis, por lo menos entra un momento en la capilla y adora en el Santísimo Sacramento a Mi Corazón que está lleno de misericordia. Y si no puedes entrar en la capilla, sumérgete en oración allí donde estés, aunque sea por un brevísimo instante" (Diario, 1572).

Te esperamos este domingo a las 18:30 en María Auxiliadora para rezar juntos el Santo Rosario.

MAGNIFICAT

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
  
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en principio ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Amén

martes, 18 de octubre de 2011

Sopla

"Sopla, Señor, te lo pido,
quedate esta noche en mi alma,
que sólo tu amor y abrigo
me darán consuelo y calma..."

Intenciones del Mes

Mandanos tus intenciones a la casilla pu.liturgiayespiritualidad@gmail.com, estaremos rezando todo el mes en las Coronillas a la Divina Misericordia, Rosarios y culminamos en la Misa mensual el Domingo 13 de Noviembre.

“La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su Creador”. (Sermón sobre la oración, Santo Cura de Ars).

LECTIO DIVINA: "La cosecha es abundante pero los trabajadores son pocos"

Evangelio según san Lucas (10, 1-9)

En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir, y les dijo:
“La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos.No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Cuando entren en una casa digan: ‘Que la paz reine en esta casa’. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: ‘Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios’ ”.

Reflexión:
Cada uno de nosotros tiene una misión que cumplir: anuncair el Evangelio del Señor. Prescindiendo de las circunstancias que nos rodeen, esa misión es siempre la misma, acoger y vivir el Reino de Dios, que está cerca, presente, real  y concreto en nuestra vida. Solo tenemos que empaparnos de el para que florezca plenamente. Si anteriormente Jesús había hecho un envío similar a los doce apóstoles, cómo un símbolo de las doce tribus de Israel, ahora lo hace con otros setenta y dos, simbolizando con ese número la universalidad del mensaje que el Señor tiene para la humanidad. También se destacan los requisitos que debe poseer todo aquel que quiera entregar el mensaje como apóstol, no llevar nada, sólo el deseo ferviente de anunciar el evangelio, entregar la paz, porque a través de ella cada persona es capáz de recibir el mensaje. Sólo de esa manera podrán cumplir la misión encomendada y ser buenos trabajadores para la cosecha.

Frase del día: San Ignacio Loyola

"Cuanto más nuestra alma se despegue de las cosas, más cerca estará de nuestro Creador "

Calendario PU! On Line